I CAN´T BREATH
NO PUEDO RESPIRAR!!!
Edgard González
1 de Junio de 2020
Ya decíamos anteriormente que el mundo después del Coronavirus no sería el mismo, y que la pandemia estaba
mostrando todas las carencias, deficiencias e injusticias, ocultas por la propaganda
de las economías más poderosas. Vaya semana que le tocó vivir a Donald Trump y
a cientos de miles de ciudadanos norteamericanos.
Los Estados Unidos al inicio de la semana pasada superaba las
100,000 defunciones por Coronavirus, generando la cifra de muertes más alta de
norteamericanos muertos desde la guerra de Vietnam.
Continuó con su enfrentamiento político con el Régimen Chino y
de paso Trump dio por cancelada su relación con la OMS al acusarla de estar al servicio
de China y no haber hecho nada para prevenir a la comunidad internacional de la
Pandemia.
En un abierto desafío a su tradicional control de las costas
latinoamericanas, cinco buques petroleros Iraníes llegaron sin problemas a
playas Venezolanas, llevando Gasolina vital para la economía y el régimen de Maduro.
Y sin duda, ya descontrolado y perdiendo el temple y la
compostura, la policía de Minneapolis le dejó en la mano una granada llena de
odio y racismo, que no solo le voló una mano, sino prácticamente descarriló su
pretendida campaña por la reelección a la presidencia de los EEUU.
La jornada tomó un tono dramático después de que la policía de
Minneapolis arrestara a un ciudadano afroamericano -Georg Floyd- y lo sometiera
por la fuerza ocasionándole la muerte por asfixia. Fue quizá la jornada sociopolítica
más dramática de los últimos años vivida en los Estados Unidos.
Para nadie es una sorpresa el abuso, el racismo y la impunidad
con que la policía trata a los ciudadanos afroamericanos, hispanos, árabes y
asiáticos. Incontables historias de vejaciones, crímenes, y violaciones a los
derechos humanos. Lo realmente destacable fue la reacción, los saqueos, la
quema de automóviles, negocios, los choques con la policía y sobre todo su
extensión y duración de las protestas. Protestas que se vieron en las ciudades
de Los ángeles, Atlanta, Minneapolis, Filadelfia, Chicago, Nueva York, Miami e
incluso Londres y Berlin, y las protestas, alcanzaron también a la NBA, a
la NFL, e incluso a la Bundesliga en Alemania; todos ellos protestando por el
horrendo crimen policiaco, y en los hechos, en una ola de repudio social al Gobierno
y al Presidente Norteamericano. Qué para variar, incendiando la pradera, como
es su estilo, acusó a grupos de extremistas, de izquierda y radicales de estar
atrás de las protestas.
Fue una semana endemoniada para Trump, fallaron sus cálculos, fallaron
sus pronósticos electorales, sus niveles de aceptación siguen bajando y es,
entre otros, una presidencia en picada.
El repudio, la indignación y el hartazgo de las comunidades
afroamericanas, latinas, árabes y asiáticas a la persecución y la criminalidad
de la policía americana no tiene dudas, y se cuentan por cientos y miles de historias
del abuso policiaco.
Pero las protestas, incendios, saqueos, y choques violentos reflejan
un asunto más complejo, y mucho más podrido dentro de la sociedad americana.
Como siempre esto desde luego no termina aquí…
Las fichas siempre están en movimiento.
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