domingo, 27 de marzo de 2022

JOE BIDEN NO LOGRA IMPONERSE A LOS EUROPEOS

 

MACROSCOPIO

Edgard González Suárez

28 DE MARZO DE 2022

 

JOE BIDEN NO LOGRA IMPONERSE A LOS EUROPEOS


La semana termino hecha un verdadero desastre para Europa, pero sobre todo, para los EEUU, después de sendas reuniones de la OTAN en Bruselas y de Joe Biden en Polonia. Terminó dividida, sin consensos sobre como frenar la guerra, con los EEUU atizando el fuego, confrontando histéricamente a Rusia, y tratando a toda costa de provocar una ruptura y un aislamiento económico político del régimen de Vladimir Putin. Cosa que al paso de los días hemos visto que no sucedió.

El presidente Biden declaró que “la OTAN respondería en bloque si Rusia hacia uso de armas químicas”, cosa que, por supuesto, es una hipótesis y con la cual, el gobierno americano, intentó confrontar a Rusia y amarrar a los europeos a su liderazgo. Todos sabemos que la OTAN es dirigida y administrada por los EEUU, por lo cual, la declaración, además de retórica y belicista, se enmarca más en los intereses político-electorales de Biden, que de los intereses de la, ya de por sí, humillada Unión Europea que solo pudieron, muy veladamente, distanciarse de los norteamericanos.


Un solitario Boris Johnson, primer ministro Británico, y seguidor de la humillación europea, sostuvo que “la invasión de Rusia es catastrófica, inhumana y una barbarie”, recordemos que con el BREXIT, el Reino Unido dejo de ser parte de la Unión Europea, y desde luego, se siente más cómodo en los brazos de Biden que de Macron o de Olaf Sholtz, quienes lo evitan siempre que pueden.

De hecho, una pregunta recurrente era ¿Por qué Sholtz no había llegado a tiempo a la reunión de la OTAN? Aunque se disculpo por estar atendiendo un paquete de negociaciones sobre la energía en Alemania, otros bromeaban sobre sus negociaciones secretas y discretas, pero sobre todo directas con Putín. No obstante, las relaciones directas entre Alemania y Rusia, el canciller alemán insistió y aseguró para la prensa occidental que se revisarían las sanciones a rusia para evaluar su efectividad cotidianamente, pedir a Moscú el retiro de tropas en Ucrania y crear corredores humanitarios adicionales.

Los angloamericanos, Biden y Boris, los más radicales (enviar batallones, armas y dinero a Ucrania), y Macron y Sholtz, los más mesurados. (evitemos la Guerra sin entrar en ella).


De hecho, las negociaciones, ya no tan secretas en nombre de Europa está en manos de Emannuel Macrón, quien ha dicho, incluso que se comunica a diario con Putín. También hay negociaciones por separado, y parece, tampoco muy discretas, de Alemania y Rusia para evitar la catástrofe económica en Europa, y darle una salida a Europa y evitar el acoso estadounidense.

Las reuniones en la OTAN, en el G7 y en la asamblea de la Unión Europea, pretendieron dar el marco económico, político y militar para enfrentar la Guerra, todas en menos de dos días, desesperaron a Biden, quien presionó hasta donde pudo para provocar la ruptura con Rusia. Ya en suelo polaco, el presidente estadounidense declaró que “Putin era un carnicero” y frente a tropas asentadas en aquel país comió pizza y trato dejar claro que él puede acabar con la Guerra, si lo siguen en sus bravatas y presiones. Biden siguió prometiendo constituir batallones con combatientes eslavos provenientes de Polonia y Letonia, extender sendos préstamos al Gobierno de Zelensky, y proveer de armas defensivas y ofensivas a Ucrania y Europa si rompen el dialogo y deciden confrontar a Putin.

Pero Europa, aguantó la embestida, y tuvo que desmarcarse de inmediato de las palabras de Biden, en una entrevista por la televisión francesa declaró: “hay que evitar que la situación se descontrole, yo no utilizaría esos términos, por que sigo hablando con el presidente Putin, qué es lo que queremos hacer…queremos parar la guerra sin hacer la guerra”.


Así,  hay quien considera, que gracias a la gestiones ruso-europeas, el comando militar ruso anunció un repliegue de sus tropas, para así dar margen a los alemanes y franceses de proponer una salida al conflicto, pero por supuesto, ya sin Biden en suelo europeo.

Por ello, cobra sentido el mensaje de Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN, representante en turno de Alemania en esa alianza defensiva, quien desde la víspera anunció “que no hay manera de que Ucrania sea parte de la OTAN”, ni política, ni militarmente, ya que eso, “precisamente esa petición había gatillado la Guerra”.

Los encuentros en Bruselas y el viaje de Biden a Polonia demostraron que Europa no pretende involucrarse en una guerra, no quiere, ni desea poner un solo soldado en Ucrania, y no acepta una guerra que solo beneficiará a los angloamericanos. Las reuniones de Bruselas mostraron una evidente falta de consenso de como enfrentar las consecuencias de la guerra y de las sanciones impuestas a Rusia.

Por lo pronto, dejaron a Biden colgado de la brocha en su intento por hundir, más que a Rusia, a Europa.

EEUU PODRIA SER EL VENCEDOR DE LA GUERRA EN UCRANIA

 

MACROSCOPIO

Edgard González Suárez

21 de marzo de 2022

 

EL GANADOR DE LA GUERRA SERÁ…EEUU


Volodimir Zelensky, presidente ucraniano, un día sube el tono del discurso y desafía a rusia, otro día implora apoyo de la Unión Europea; un día enciende el ánimo guerrero en defensa de su patria, otro día acusa a Rusia de barrer ciudades enteras, un día exige entrar a la OTAN, otro día, les dice a los ucranianos que nunca entraran a la OTAN y que están solos frente a los rusos.

Toda la estrategia de comunicación del presidente ucraniano es dirigida por los servicios de inteligencia americanos que como virtual marioneta actúa según los dictados de Washington.

¿Quién va a ganar la guerra? Las llamadas guerras hibridas, se libran en cuatro frentes: el militar, el económico, el de la información y el geopolítico. Sin duda alguna, la guerra en el terreno militar la va a ganar Rusia, quien tiene un ejército, unas seis veces más, grande y más poderoso, que el de los ucranianos. El cerco sobre Ucrania y los avances terrestres sobre las principales ciudades ucranianas muestra que el ejército de Zelensky no pudo detener la ofensiva rusa sobre mariupol, y el cerco de Kiev se va cerrando poco a poco. Las amenazas de ambos lados no paran y todo parece que Ucrania llevara la peor parte.


Ya dimos cuenta aquí, que la propaganda de guerra destruye toda óptica analítica y critica, los medios de información se convierten en oficinas de prensa y propaganda de los contendientes. Por el lado occidental, todos los medios y las grandes cadenas de medios electrónicos y redes sociales vetaron y censuraron a los medios rusos, de hecho, fueron sacados del aire y de la internet. Ahora solo oímos y vemos lo que los EEUU quieren que veamos y oigamos: Rusia y Putin son una amenaza para el mundo occidental. Y la historia se repite nuevamente, Sadam Hussein es un dictador que tiene armas biológicas, Omar Gadafi es un loco drogado que pone en riesgo el desarrollo del mundo; Nicolas Maduro es un dictador al que le hablan canarios al oído, Bashar Al Assad es un exterminador de pueblos enteros. Y bla, bla. Bla. Las mismas notas, los mismos énfasis, el mismo discurso.

De este lado del globo, sin duda la guerra de propaganda la va perdiendo Rusia, y muy seguramente así será hasta el final del conflicto.

En el plan económico sin duda quien va a ganar la guerra serán los EEUU, desde un inicio planificó y provocó la guerra, calculó muy bien sus opciones, tendió la provocación al radicalizar a los nacionalistas en ucrania y al propio Zelensky en su intento de ingresar a la OTAN y, Rusia se vio forzada a invadir. Los objetivos centrales de los EEUU eran romper las alianzas económicas ruso-europeas, reducir la dependencia europea del gas y del petróleo ruso, cortar sus fuentes de financiamiento, limitar al máximo la venta de los productos químicos y agroindustriales rusos en otras partes del mundo y acotar los márgenes de maniobra financiero de la potencia eslava. Rusia es muy fuerte militarmente pero débil económicamente, depende para su subsistencia de sus exportaciones y de sus buenas relaciones con Europa, China y otras regiones del mundo.


Desde el punto de vista económico, sin duda Rusia perderá gran parte de sus activos y de sus antiguos socios, será reducida a ingresos económicos mínimos y aunque podría sostenerse de China, había que ver hasta donde el gigante asiático tiene fuerzas para apoyar a rusia, lo que seguramente podría hacer, pero a cambio de un gran endeudamiento ruso.

Y en el plano geopolítico, sin duda también el gran ganador serán los EEUU, mantendrán, por lo menos para los próximos 15 o 20 años, su ascendencia y control económico y militar sobre Europa, lograrán el objetivo de romper las alianzas europeo-rusas, forzara a Europa a diversificar a sus proveedores de gas y petróleo, entre ellos, en primer termino las proveedoras norteamericanas y árabes bajo dominio angloamericano. Y aunque seguramente forzaran a Rusia a consolidar su alianza con China, sin duda, y si Rusia tarda en recuperarse económicamente, podría representar un lastre en el corto plazo para China.

Una larga guerra solo beneficia a los EEUU, y hasta ahora, el pentágono trae a Zelensky, unos días cediendo, otros días provocando, unos días suplicando ayuda, otros días exigiendo la salida de los rusos. Mientras tanto, a Rusia se le acaba el tiempo, entre más tarde, peor.

 

 

 

 

 

NEGOCIACIONES FALLIDAS

 

MACROSCOPIO

Edgard González Suárez

13 de marzo de 2022

 

NEGOCIACIONES FALLIDAS

En apenas 18 días de Guerra se han propuesto como mediadores del conflicto entre Ucrania y Rusia, los estados de Francia, Alemania, China, Israel, y Turquía. Al parecer, por lo menos, lo que mediáticamente se alcanza a apreciar, el conflicto no ha podido ser mediado con éxito, por ninguno de los interventores.

Las negociaciones han sido intentos fallidos para detener las acciones militares, y aunque declarativamente han expresado las partes su deseo de dialogar, las posiciones parecen no avanzar mucho, ya no en el terreno de los objetivos político y militares, sino ni siquiera para proteger a la población civil, a través de los llamados corredores humanitarios.


En aquella ya multicitada reunión (15 días antes de la invasión) entre Vladimir Putin y Emmanuel Macron, en el Kremlin, con escenas verdaderamente bochornosas, como la ya famosa mesa ovoide de 8 metros de largo, y donde aparecen en un lado Putin, y en el otro extremo Macron. La escena es memorable y al mismo tiempo semióticamente imperdible. Lo que en términos diplomáticos implica una negociación es cercanía de posturas, tolerancia mutua, entendimiento, razones y argumentos de por medio, búsqueda de resolución de los puntos en conflicto. Pues esa entrevista reflejó exactamente lo contrario: distancia clara y expresa, lejanía, conversación formal, seriedad en el lenguaje corporal, posturas fijas y malhumor. Resultado: ninguno, la declaración final de Macron quien aseguró que Putin le había declarado que “Rusia no seria quien escalará el conflicto”, por su parte Putin inmediatamente desmintió esa frase.

Exactamente 7 días después, Olaf Scholz, canciller de Alemania, viajo a Moscú para evitar la invasión y planteo que habría duras sanciones económicas a Rusia si se atrevía a invadir Ucrania, por otro lado, el canciller alemán consideró necesario plantearle a Putin que sería necesario una revisión de los tratados de seguridad en Europa si había una intervención en Ucrania.


Ambas visitas como vimos fueron no solo infructuosas, sino ridículas, ya que llegaron al Kremlin a tratar de impedir la invasión y amenazar con sanciones y revisiones de los marcos de seguridad en Europa.  Temas evidentemente no concluyentes para la decisión de iniciar la ofensiva rusa sobre Ucrania.

Los medios oficiales occidentales presentaron esas mediaciones más bien como la ofensiva diplomática y el ultimátum del bloque europeo sobre Moscú. Es decir, hasta antes de desatarse la ofensiva no hubo tal mediación.

Ya iniciadas las hostilidades, y exactamente después de 14 días de Guerra, Israel a través de su primer ministro Neftalí Bennet, realiza una llamada telefónica directa a Moscú y se ofrece a interceder en el conflicto Ruso-Ucraniano. Se supo después, que fue a instancias de Volodymir Zelensky, presidente Ucraniano. Este le pidió directamente a Bennet que hablara con Putin por las bajas civiles y el supuesto bloqueo ruso a los corredores humanitarios. Israel, por su parte, se mantuvo hermético y solo comentó que había hablado con Putin para garantizar una salida de Judíos del este y oeste de Ucrania.

China por su parte, si bien no se ha ofrecido como mediadora, desde su asiento en el consejo de seguridad de la ONU, se ha pronunciado por una salida negociada al conflicto, no ha calificado de “invasión” la ofensiva rusa, y se abstuvo en el Consejo de Seguridad en la condena de la invasión rusa a Ucrania y la exigencia de retirada inmediata de las fuerzas rusas de ese país. En el Consejo se abstuvieron además de China, India y Emiratos Árabes.

Lo último visto, la semana pasada, apenas el 7 de marzo, fue la intermediación de Turquía, quien no solo se ofreció, sino que propuso a ese país como sede de negociaciones directas y de alto nivel entre Rusia y Ucrania. Los cancilleres de ambos países se dieron cita, más obligados políticamente que realmente dispuestos a pactar algo. El pretexto fue el Foro sobre Diplomacia en Antalya, ciudad turca, y donde en efecto se llevo a cabo el encuentro. Sin resultados significativos. Ucrania buscaba un alto al fuego de 24 hrs. por lo menos, y Rusia declaró abiertos y seguros varios corredores humanitarios. Turquía por su parte declaró no sumarse a las sanciones de occidente a Rusia y buscar una salida negociada.

Por lo que vemos y podemos ver en medios internacionales, las negociaciones no avanzan, no hay acuerdos precisos y claros sobre el avance militar, tampoco sobre el trato humanitario a civiles, la ofensiva envolvente no ha dejado de avanzar. Y lo que la prensa americana y europea presentan como una resistencia heroica de Ucrania, parece ser más bien una estrategia de asedio, control y corte de suministros a las principales ciudades, entre ellas Kiev, la capital. Por parte del ejército ruso.

En resumen, la ofensiva militar avanza y crece y las negociaciones hasta ahora fallidas. El cerco parece ya un éxito, y es probable que Kiev, la capital ucraniana caiga en menos de siete días. Lo que obligará a negociaciones más serias y quizá más efectivas.

 

 

domingo, 13 de marzo de 2022

UCRANIA HUYE DESPAVORIDA

 

MACROSCOPIO

Edgard González Suárez

07 de marzo de 2022 

UCRANIA HUYE DESPAVORIDA

El 24 de febrero pasado, Vladimir Putín, dio inicio a la invasión a Ucrania, es decir, hace apenas 10 días, y como lo hemos venido diciendo hay que tener mucho cuidado con el ruido mediático y la guerra de propaganda desatada, no solo en el frente de combate, sino en la retaguardia, y en todas las zonas declaras aliadas, de uno u otro bando, y en aquellas que mantienen un estatus neutral, donde la propaganda también tiene su función y hace su tarea.

En estos días se han agrupado dos bandos informativos y propagandísticos, los que tratan de imponer en el imaginario colectivo la “idea” de la maldad histórica de Rusia, por un lado, y el de la legítima defensa y derecho a la seguridad de Rusia por el otro. Por su puesto en los medios occidentales, como lo comentamos la semana pasada, la primera idea se hace circular por redes sociales, medios electrónicos, radio, prensa y tv. En los estados o zonas bajo liderazgo y presencia ruso, se difunde la segunda idea, por todos los medios convencionales e incluso las redes sociales.


Se han conformado tres racimos de interpretaciones acerca del conflicto Ruso-Ucraniano:

1.       Vladimir Putin enloqueció, no ha descansado en tratar de restituir el antiguo Imperio de los zares, y la invasión de Ucrania, no es sino la parte inicial de su expansión hacia toda Europa.

2.      Los Estados fronterizos con Rusia (Estonia, Letonia, Polonia, Lituania, Ucrania, Bielorrusia, etc.) Tienen el derecho inalienable a decidir, a qué bloque estratégico pertenecer, para comerciar y asegurar su integridad sociopolítica frente a potencias extranjeras.

3.      Rusia ha invadido a Ucrania por sus reservas petroleras y de gas natural, con lo cual, la invasión tiene un carácter imperialista de tipo económico.

 

En las tres interpretaciones, la federación rusa, aparece como el “demonio desatado”. O bien, Rusia tiene un delirio milenario sobre su historia y expansión en el mundo; o bien, Rusia quiere el control político de las zonas fronterizas en la Europa eslava y báltica, o bien, Rusia ataca a un país independiente que quiere controlar sus recursos y vendérselos a quien más le convenga.

Con este análisis y propaganda global, los países europeos han intentado hacer frente al “Oso Ruso” que se ha decidido dar zarpazos a una inocente, débil, e ingenua Ucrania, interpretación, que pienso yo, no debemos aceptar bajo ninguna circunstancia.

En sentido complementario y para reforzar la propaganda de guerra, se ha querido construir en el ánimo de la población, por un lado, una lucha desigual, que desde luego lo es, y brutalmente desigual; y por otro, una lucha heroica, del pueblo Ucraniano, que ha decir verdad, salieron despavoridos de las principales ciudades Ucranianas, empezando por Kiev, la capital. Dejando a las milicias y, al ejército Ucraniano, en el frente de lucha. Sin embargo, la narrativa mediática es otra:


“Kiev resiste como nadie”

“Kiev detiene el avance de las tropas rusas”

“Kiev derriba helicópteros y tanques rusos”

“Los civiles, sin capacitación militar, se enrolan en la defensa del país”

“El ejército ruso sorprendido por la defensa Ucraniana”

“Los milicianos ucranianos matan a general ruso”

Lo cierto es que la región del donbáss, desde el inicio de la invasión quedó bajo control ruso, la ciudad de Jarkov, Maruipol y Jerson en la frontera oriental han sucumbido, y Odesa, Mykolaiv y Kiev se encuentran sitiadas y bajo fuego.

Decíamos desde la semana pasada que esta propaganda solo favorece el estado de animo favorable a la Guerra. A los misiles rusos se extendieron una serie de medidas económicas que intentan cercenar el avance ruso. Rusia por su parte declaró que dichas sanciones son un ataque y un robo a Rusia, y el gobierno de Rusia declaró, que cualquier intento por bloquear el espacio aéreo de Ucrania sería considerado como un acto hostil, de cualquier país involucrado.

Nadie, hablaba de negociaciones, éstas se iniciaron, entre la delegación rusa y ucraniana, precisamente hace una semana, y sin ningún acuerdo práctico, a excepción de la formación de corredores humanitarios para los refugiados. Apenas el sábado 5 de marzo, Israel se constituyó, a la velocidad de la luz, en mediador del conflicto, a propuesta de Alemania, mediación que ha sido interpretada desde varios enfoques. El más lógico es un alto urgente a la guerra, para evitar un desastre a la economía mundial. Una entrevista de tres horas, entre el primer ministro, Neftalí Bennet de Israel y, Putin, en Moscú, bien podría encauzar la Guerra hacia su fin, aunque, aún no se sabe, bien a bien, las propuestas ahí discutidas ni la respuesta de Europa.


Es probable que este lunes se reanuden las negociaciones entre Rusia y Ucrania, veremos si la mediación israelita sirvió de algo. Mientras tanto, la propaganda se refuerza y continua. Pongamos más atención a la negociación, y menos al ruido mediático.

 

domingo, 6 de marzo de 2022

LA GUERRA DE PROPAGANDA

 

MACROSCOPIO

Edgard González Suárez

28 de febrero de 2022

 

LA GUERRA DE PROPOGANDA

La escalada mediática y la guerra de propaganda, esa que parece no ser cruenta, pero que deja miles y millones de damnificados en las sociedades qué asumiendo los principios de libertad y verdad en la información, pronto se ven presas de las más burdas mentiras y recreaciones mediáticas.

En efecto, como resultado de la guerra entre Rusia y Ucrania, los conglomerados mediáticos ligados al proyecto de dominación angloamericano han recreado por radio, prensa, televisión y redes sociales, lo que sería su visión de dicho enfrentamiento.

Todos ellos se han decantado por los siguientes titulares:

La BBC “Rusia invade Ucrania”, “La mayor ofensiva militar contra Europa desde la segunda guerra mundial”; CNN “Rusia ataca a Ucrania”, “Miles y miles de refugiados huyen ante los ataques rusos”; El país “Vladimir Putin lanza ofensiva en contra de un país vecino”;  Le fígaro “Putin ataca Rusia y el mundo al borde de una III guerra mundial”; Le Monde “Rusia ataca a Ucrania en varios frentes”, “El objetivo de Putin es claro: romper Ucrania”, “Putin es de hecho el único responsable de esta guerra” Liberation “la invasión de Ucrania, que nadie quería creer, excepto Biden”; El Corriere de la será “necesitamos una respuesta contundente de Europa”, el Zeitung Múnich “La guerra de Putin, el miedo de Europa”. Las redes sociales, disparatadas y sin control se sumaron a la línea demonizadora de Putin: “El oso ruso despedaza a Ucrania”, “#Todos somos Ucrania ante el invasor Putin”, “Rusia debe cesar los ataques a Ucrania” “El ataque de Rusia Ucrania dejará sombrías e imprevisibles consecuencias”, “El objetivo de Putin es la expansión rusa mediante la conquista y la guerra”, “Putin empieza ofensiva contra un país independiente”.


Es claro primero el mensaje: Putin es igual Gengis Khan, un salvaje depredador. La línea editorial configuró rápidamente las acciones rusas en el marco de interpretación de una INVASIÓN y un ATAQUE a un país no agresor. Tanto Radio y Televisión otorgaron más tiempo a la “noticia” del ataque, y muy pocos, y en muy pocos espacios se pretendió hacer un análisis de las causas y el porqué de las acciones militares.

Y aún, cuando hay intentos de análisis, la línea argumentativa es “Ucrania es víctima del ejército ruso por su Gas y minerales”, es decir, nuevamente un ataque depredador del régimen ruso.

Por otro lado, esta imagen, recreada por todos los medios de información posibles, evidenció varias cosas:

1.       Europa no va a air a una guerra con rusia, solo puede atinar a hablar de sanciones.

2.      EEUU no va a ir a la guerra por una Ucrania, plurinacional, débil económicamente y donde los rusos tienen historia, lengua e inversiones económicas.

3.     


La guerra la anunció Putin desde el momento mismo que el régimen de Kiev pretendió incorporarse a la OTAN, desde que Kiev se negó a firmar los acuerdos de Minsk y desde que los nazis ucranianos decidieron exterminar a todos los ruso-fónicos y a las etnias y nacionalidades no ucranianas (rumanos, tártaros, bielorrusos, búlgaros, eslavos, judíos, húngaros y polacos etc.)

4.      Los niveles de sanciones serán temporales, y su impacto letal en las finanzas rusas serán también temporales.

5.      Seguramente, más pronto que tarde, se iniciarán negociaciones de alto al fuego, y la región del Donbás pasará a ser administrada por el gobierno ruso, o una coalición prorrusa, y el resto de Ucrania será administrada por un gobierno neutral.

Es decir, los acuerdos de Minsk firmados desde 2014 pero fracasados por acusaciones mutuas de violación a dichos acuerdos, serán actualizados, pero ahora bajo la presión y toma de ciudades del ejército ruso.

Ni habrá III guerra mundial, ni la OTAN bombardeará Moscú, ni habrá derrumbe o invasión a los países europeos.

Como siempre, a la Guerra de Misiles y tanques, le precede y le acompaña la guerra de propaganda. Pronto habrá una tensa calma en la zona.

 

 

 

 

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