LA VISITA DE AMLO A WASHINGTON
Habiendo muchos temas
sobre los cuales reflexionar, me parece que el tema candente y sobre todo polémico en estos días,
es sin duda la visita del Presidente Andrés López Obrador a Washington, para
reunirse con su homólogo el Presidente Donald Trump.
Yo, en lo personal, soy
de los que considera que con el Gobierno Americano hay que mantener una sana y
prudente EQUI-distancia. Es decir, ni muy muy lejos, ni muy muy cerca. A mí siempre me ha parecido que el Gobierno
Norteamericano, esté quien esté en la Casa Blanca, siempre adoptan un enfoque
duro en el fondo, y no siempre suave en las formas. Tienen una tendencia a
doblegar a sus interlocutores, o por lo menos a imponer su perspectiva en todo
asunto.
No soy antinorteamericano, pero no soy de los que se fascinan con su
estilo de vida. Hay quien privilegia y afirma que es una sociedad emprendedora,
libre y democrática, pero yo soy de los que cree que son, en realidad, una
sociedad homicida, drogadicta, racista y extremadamente individualista. Sin
embargo, independientemente de estas características notables de la sociedad
americana, creo que una visita y reunión entre ambos Presidentes, solo debe ser para
tratar cuestiones estratégicas (Seguridad Nacional y Narcotráfico), económico-comerciales
(T-MEC), y temas de interés mutuo y especifico (migración, Agua, Zona
fronteriza, etc.).
En este sentido, las
relaciones México-Americanas, son relaciones siempre complejas, desiguales, y brutalmente
asimétricas, pero desafortunadamente históricas y necesarias. Así que, aunque
el Presidente Trump quiera sacar algún rédito electoral a la visita, y lo puede
hacer, habría que esperar a ver si le va a beneficiar positiva o negativamente.
Es un despropósito de
la derecha cavernaria intentar primero impedir, luego sabotear y finalmente
confrontar la visita de AMLO a Washington. Despropósito porque habiendo un tópico
de interés mutuo, como el inicio del T-Mec, y un pretexto a modo para lucirse de ambos
presidentes; la limitadísima y desorientada oposición que hoy existe en México, y que "representa" principalmente a circulos empresariales, hoy pretende impedir y sabotear dicho encuentro, me parece un despropósito. Con inigualables posiciones y declaraciones
clasistas como que “irá a la Casa Blanca sin bolearse los zapatos”, a qué va “si
ni siquiera habla inglés”. La calidad de las oraciones y las frases los
describe de cuerpo entero, sin propuestas, sin análisis, sin discurso alterno.
No sabemos, por lo
menos yo, no sé las consecuencias de la visita. La oposición derechista y
fascista está segura que será una desgracia para el país. Yo no lo sé. Lo qué
si sé, es que esta visita es necesaria, es obligada y por demás funcional para
el equilibrio de las relaciones entre ambos países.
Con los EEUU lo que hoy ES mañana NO es…es decir, las relaciones dependen de tiempo y circunstancia, y
sobre todo de los intereses económico-financieros y militares del Gobierno
Americano. Y ahí, México, Turquía, China o incluso Alemania, tienen mucho que
decir.
México no tiene que
confrontarse con los EEUU, por el contrario, tiene en medio de los estrechos
márgenes de acción de nuestro país, que defender los intereses de los mexicanos. Y
en este contexto, serán los beneficios que el T-MEC traerá a la economía mexicana
y americana, a las relaciones comerciales entre ambos países, a la producción y
a las condiciones laborales. No hay de otra.
Ya habrá tiempo de
tocar otros temas bajo ese formato u otro.
A estas alturas sabemos
que habrá manifestaciones de rechazo, pero tambien de apoyo a la visita de López Obrador.
Pero sus consecuencias estarán por verse.
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