lunes, 6 de marzo de 2017

LOS ECOSISTEMAS SOCIO-CULTURALES

LOS ECOSISTEMAS SOCIO-CULTURALES

Mtro. Edgard González Suárez
05 de marzo de 2017


Llamamos eco-sistema socio-cultural al entramado de subsistemas que dan viabilidad al desarrollo y potencial del hombre. Desde la esfera económica hasta la medio ambiental. Los ecosistemas socio-culturales están compuesto por cinco subsistemas estructurales que son interdependientes: 

a)   El potencial individual (alimentación, salud, conocimientos y afectividad)
b)   El organización institucional (familia, trabajo, comunidad, derechos y valores)
c)   El desarrollo tecnológico (ciencia y tecnología)
d)   Los sectores poblacionales (diferenciación, diversidad y desigualdad social)
e)   El medio ambiente (entorno micro-locales, regionales, estatales, nacionales e internacionales)

La dinámica y correlación de estos subsistemas permite analizar,  descomponer y evaluar la importancia o énfasis de cada uno de ellos en la viabilidad de los grupos humanos en el mundo.
Desde hace 70 años el concepto de sistema viene ganando adeptos como marco de interpretación del orden y del cambio social. Y desde hace treinta, los subsistemas tecnológico y Medio ambiental cobraron fuerza a raíz del deterioro del planeta y la revolución cibernética en el mundo.
Algunos análisis ponderan unos subsistemas sobre otros, creando la sensación de que “controlando” unos se puede “controlar” a los otros. Así, hay quien piensa que la tecnología es la variable independiente que arrastra a todos a su paso, es indetectable e imparable. Otros suponen que la desigualdad social y la diversidad socio-cultural llevarán a la sociedad humana al caos y a la destrucción. Unos más piensan que la producción, el trabajo y el intercambio son la moneda que define el cambio y la transformación social.
Como se mire el sistema mundo, los subsistemas estructurales forman un todo muy complejo, caótico y de difícil predicción. La dinámica conflictiva y contradictoria de estos subsistemas generan procesos de desgaste, caos, contradicción, pero también de adaptación, reorganización y síntesis de los principales elementos y por su puesto de sobrevivencia de los ecosistemas-socio-culturales.

La mirada radical reivindica un enfoque sustentable para “contener” o “administrar” las variables más radicales o que imprimen ciertos efectos negativos al ecosistema socio-cultural. Introduciendo una mirada comunitaria, colectiva y ética para defendernos y prepararnos de los daños irreversibles del conflicto sistémico. Reivindica cambios estructurales en los otros subsistemas.
La mirada escéptica asume por definición que no hay “mal que por bien no venga”, que el ecosistema tiene la potencialidad para sobrevivir, y que lo importante es explotar al máximo las capacidades actuales, presentes y posibles del sistema, que es un error “pensar” en cómo debe ser o podría ser el futuro. El ecosistema socio-cultural no piensa en un futuro inexistente, sino en el presente como oportunidad máxima.
Por otro lado, cada vez más el debate y la hegemonía discursiva se traslada a los análisis de radicales y escépticos. Es decir, cada día avanza más la noción de que vivimos en un eco-sistema-socio-cultural, donde la integralidad e interdependencia de los subsistemas es cada vez más nítida, más visible, más compleja y sobre todo más caótica.

La lucha ideológica es ahora por modelos sistémicos sustentables, y los escépticos, aquellos que dudan que el ecosistema socio-cultural entrañe su propia destrucción, parece que han empezado a disimular sus resistencias.
Para impulsar un modelo sostenible se requiere una cultura cívico-democrática que tenga la información y los conocimientos necesarios para garantizar la viabilidad de los ecosistemas socio-culturales en un futuro mediato, 50 años por ejemplo. Se necesitan ciudades sostenibles, escuelas sostenibles, familias sostenibles, etc. Se requiere una radicalidad democrática, para construir e imaginar otras formas de organización que garantice la sobrevivencia de la organización social.


Falta mucho por hacer, la transformación cultural y de valores apenas comienza, 50 o 30 años apenas dejan sus frutos, faltarán algunos más para convertir en políticas públicas el deseo de preservar la vida y los ecosistemas socio-culturales.

No hay comentarios:

EL DISCURSO DESESPERADO DE LA DERECHA

  MACROSCOPIO Edgard González Suárez 22 de enero de 2024     EL DISCURSO DESESPERADO DE LA DERECHA En uno de los discursos más s...