UN DEBATE PUBLICO SIN ARGUMENTOS SÓLIDOS
Mtro. Edgard González Suárez
La 4T, está a punto de perder
otro debate, en este caso el del discutido y controversial regreso a clases
presenciales, y no precisamente por falta de argumentos, sino por su ya crónica
falta de claridad, tozudez, y transparencia en su comunicación social.
La conversación pública esta
densamente ocupada por el repunte de contagios de COVID a nivel nacional, y por
el eventual regreso a clases presenciales el próximo 30 de agosto.
La confrontación discursiva se ha
establecido entre la propuesta del gobierno, a través de la Presidencia, SSA, Y
SEP, y, por otro lado, algunos “especialistas”, otros tantos “opinadores” y un
océano de padres de familia que legítimamente preocupados por la salud de sus
hijos, no alcanzan a comprender, ni se han explicado muy bien, los argumentos a
favor del regreso a clases de manera presencial.
La Secretaria de Educación
Pública asegura que “existen condiciones propicias” para que los niños y
jóvenes del país puedan retornar a las aulas, y para este efecto, ha
constituido comités de salud escolar en todas las escuelas del país. Dichos
comités trabajaran en jornadas de limpieza y en establecer los protocolos de
seguridad para la asistencia a los centros escolares.
Pero cuáles son esas “condiciones
propicias” de las que habla la SEP, es notorio y público que hay un incremento de
infecciones en varios estados de la república, y que precisamente parece ser la
generación juvenil e infantil la que empieza a ser presa del virus.
El Gobierno federal ha insistido
en que “llueva, truene o relampaguee”, en una muy desafortunada frase, del presidente
de la República, habrá regreso a clases presenciales.
Hugo Lopez Gatell, ha sostenido que las “clases presenciales serán consideradas actividad esencial”, independientemente del semáforo epidemiológico que tenga cada entidad, por lo cual el regreso a clases será inminente.
Por su parte la Secretaria de
Gobernación, Olga Sánchez Cordero; sostuvo que el regreso a clases es “impostergable”
pese a la pandemia. Es decir, aun en medio de la pandemia habrá clases
presenciales.
En el otro lado del río, la
oposición mediática ha creado un marco de interpretación que tiene ante todo la
intención de oponerse y bloquear esta decisión del gobierno federal.
El periódico el financiero, publicó
en julio pasado, una encuesta donde asegura que el 62% de las personas
encuestadas, que NO de los padres de familia, se oponen a un regreso a clases
presenciales, y sólo el 36% estaría en acuerdo. Esta maniobra del financiero
bastó para enfrentar al presidente y a la SEP con la población, la cual,
insisto, no entiende bien a bien los argumentos que podrían estar de fondo del
regreso a clases presenciales. Las cuales expondré muy someramente aquí.
1. Los
estragos de la pandemia en la economía y la educación empiezan a ser
devastadores para la población y para el país en su conjunto.
2. La
educación “mueve” una masa de consumo en la economía nada despreciable, tanto
en actividades directas como indirectas: Mochilas, Cuadernos, útiles, zapatos,
uniformes, y sobre todo transporte y comida.
3. La
estructura familiar ha comenzado a sufrir un deterioro paulatino, tanto por la
necesidad de adecuarse a las condiciones de encierro de la pandemia, como por
las ya largas jornadas de convivencia repetitiva, sin o con pocos ingresos en
una gran mayoría de familias mexicanas.
4. El
deterioro educativo es sintomático, tanto a nivel superior, pero sobre todo a
nivel básico, donde se asume de manera reiterada, tanto en el centro del país
como en las entidades federativas, que los profesores no asumieron su
compromiso con los aprendizajes, sino que además la pandemia mostró las
verdaderas carencias económico-sociales de la población y las condiciones
precarias de conectividad y de equipos para trabajar en línea.
5. La educación en su conjunto moviliza cerca de 30 millones de estudiantes todos los días, la mayoría de ellos, un 86% asiste a escuelas y universidades públicas, y el resto a las escuelas privadas. La población juvenil y escolar, representa cerca de un cuarto de la población del país. Sin duda un motor central para la economía mexicana.
Por su parte la oposición se ha
centrado, ahora sí, en el tema de la salud, el discurso opositor se ha montado
en la llamada
a) “tercera
ola”, que tiene como trasfondo, estamos bajo un peligro incontrolable.
b) en la “inefectividad
de ciertas vacunas”, por cierto, las Chinas, que tiene como trasfondo, la
población vacunada con las vacunas chinas no tiene inmunidad;
c) la “vacunación
fue un fracaso”, que tiene como trasfondo, el Gobierno Federal nos
ha engañado.
d) las
escuelas públicas “tienen mucha población y no tienen
ventilación”, y que tiene como trasfondo, las aulas son centros de
contagio y de riesgo inminente.
En el fondo, sigo pensando que el
debate sobre el retorno a clases es más político-ideológico, y que la lucha de
fuerzas se ha centrado solo en vencer al adversario, más que en preparar a la
población, en informar, en enseñar, en orientar.
Espero que las escuelas tengan la
sensibilidad y el tino para que este regreso a clases sea paulatino,
progresivo, seguro y eficaz.
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